Bolardos flexibles frente a delimitadores de tráfico

Los bolardos – postes flexibles cortos que marcan los perímetros y guían el tráfico- suelen ser de acero u hormigón y están diseñados para detener un coche en su camino. Sin embargo, en algunos lugares, los planificadores de obras no quieren un bolardo fijo que pueda dañar el vehículo o detenerlo. Los vehículos de emergencia pueden tener que acceder a un bordillo, incluso a través de un carril bici. Los conductores suelen chocar con los topes de los aparcamientos al intentar entrar de lleno en un espacio, y un bolardo duro puede causar daños innecesarios. En los aparcamientos, puede ser necesario disponer de un marcador de carril para separar los carriles de circulación, pero frustrar los giros amplios de los camiones. En estas situaciones, se necesita una solución flexible.

Existen dos enfoques principales para el diseño de balizas flexibles. En Europa, los bolardos flexibles, basados en bolardos de tráfico normales, se han convertido en la norma. En Norteamérica, la flexibilidad suele provenir de los equipos de seguridad del tráfico, como los canalizadores y los delimitadores. ¿Cuál es la diferencia entre estos enfoques?

¿Qué es un delimitador?

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Delinear es marcar la posición de una frontera o límite: un «delineador» es algo que indica ese límite. En Norteamérica, el término se refiere casi siempre a un poste de plástico, envuelto con cinta reflectante, utilizado para marcar un carril de tráfico. Estos delimitadores de carretera también se denominan a veces canalizadores flexibles. Los delineadores o canalizadores portátiles se utilizan para señalizar las obras de la carretera.

Estos delineadores de tráfico se utilizan a menudo como postes permanentes en aparcamientos. Guían a los conductores, pero cuando son golpeados, no dañan el vehículo. Más tarde, se hicieron populares como marcadores de carriles para bicicletas o como marcadores en una mediana. Junto a los carriles bici, estos pequeños postes se han convertido en una infraestructura crítica.

La importancia de los bolardos del carril bici

Un carril pintado en el lateral de la carretera no suele ser suficiente para fomentar el uso de la bicicleta. Los estudios realizados en toda la población demuestran que los carriles bici protegidos físicamente son un gran incentivo para los ciclistas no expertos. Los carriles bici separados animan a ciclistas de todas las edades y capacidades. Además, con sólo la pintura como guía, los carriles bici suelen convertirse en plazas de aparcamiento.

Sin embargo, en algunos lugares, las barreras y las jardineras están prohibidas, porque los vehículos de emergencia o los camiones de la basura necesitan acceder a la acera.

Las ciudades norteamericanas suelen utilizar delineadores de tráfico flexibles como separadores del carril bici. Fabricados en polietileno de bajo coste, estos delgados postes hacen un buen trabajo en zonas de poco tráfico. Aunque pueden ser rozados lateralmente, muy pocos conductores deciden pasar por encima de ellos para aparcar sus coches.

Los canalizadores de polietileno se ven a veces desbordados en las condiciones más duras de una carretera con mucho tráfico. Pueden quedar destruidas si los vehículos de la ciudad las atropellan más de un par de veces.

Europa suele instalar bolardos flexibles de poliuretano más grandes y resistentes que tienen el aspecto y la sensación de los bolardos de acero. Estos resistentes postes flexibles son más caros que los pequeños postes de polietileno. También suelen ser más resistentes en condiciones de mucho tráfico y carriles estrechos. Pueden ser atropellados cuando sea necesario, especialmente por vehículos más grandes, pero su sólido y denso perfil disuade a los coches de golpearlos.

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