Speed Bumps vs. Speed Humps

La seguridad del tráfico es una de las principales preocupaciones en los lugares en los que las personas y los coches están muy cerca. Cerca de los parques infantiles y las escuelas, en los aparcamientos y en las zonas multiusos, la conducción agresiva es un riesgo para la seguridad de los peatones. La reducción de la velocidad es una forma de proteger a las personas en estas zonas. La reducción de la velocidad del tráfico disminuye tanto la probabilidad de que se produzca un accidente como la posibilidad de que se produzca una muerte.

Tanto los badenes como los resaltos son útiles para fomentar una conducción segura en las zonas peatonales.

Aunque las zonas de velocidad se establecen a menudo para fomentar la seguridad en la conducción, es posible que no se respeten o se ignoren los límites establecidos, por lo que la pacificación del tráfico en estas zonas suele incorporar un diseño físico de la calzada o del entorno.

Los badenes son obstáculos verticales utilizados en la gestión del tráfico: protuberancias literales en la carretera que sacuden a los ocupantes de un vehículo que pasa demasiado rápido por encima. Son los elementos estructurales de pacificación del tráfico más utilizados. Pueden ser de asfalto, hormigón, plástico, goma o metal. Aunque estas medidas están relacionadas y tienen muchos de los mismos beneficios, no son soluciones intercambiables: son apropiadas en diferentes aplicaciones.

Speed humps

CONTENIDOS DEL ARTÍCULO

Los Speed humps o 6 ft speed humps, a veces denominados montículos u ondulaciones, se utilizan en zonas de velocidad de 10-15 mph. Suelen verse en calles locales o carreteras de enlace en las que el tráfico debe fluir con fluidez pero una velocidad excesiva puede poner en peligro a los peatones. Los parques infantiles y las zonas escolares suelen utilizarlos en la gestión del tráfico.

Un badén crea una suave sensación de balanceo en un coche que pasa por encima de él al límite de velocidad establecido. Si un coche circula a una velocidad insegura, el badén sacudirá el vehículo y su contenido, causando molestias a los ocupantes y perturbando la carga. Estos obstáculos suelen abarcar el carril en el que están colocados. De este modo, se anima a los vehículos a pasar por encima de ellos con ambas ruedas, reduciendo la probabilidad de tocar fondo.

Los badenes presentan una gran variedad de perfiles y longitudes de recorrido. Estos factores influyen en la experiencia de incomodidad creada en el vehículo que circula a gran velocidad. La longitud del recorrido varía entre 3 y 20 pies. Cualquier longitud de recorrido más larga que el vehículo crea sólo un movimiento de subida y bajada, mientras que una longitud de recorrido más corta que el vehículo crea dos movimientos de balanceo al pasar cada juego de ruedas. Los badenes suelen colocarse en serie, manteniendo la reducción de velocidad a través de un largo corredor.

Estos badenes verticales no son una buena opción para las carreteras arteriales, las vías de emergencia o cualquier calle en la que sea fácil para un coche eludir el badén circulando por un arcén. Por ello, suelen instalarse en entornos urbanos locales de uno o dos carriles donde hay bordillos y alcantarillas cerradas. Si los badenes se instalan en zonas donde hay un arcén, suelen ir acompañados de bolardos u otras medidas de obstrucción para evitar que los coches se salgan de la calzada.

Speed bumps

Los badenes son opciones más agresivas para calmar el tráfico que los montículos, por lo que son útiles en lugares donde los peatones y los coches comparten el espacio de forma estrecha, como los aparcamientos y las entradas de vehículos. Un badén suele reducir la velocidad del tráfico a 2-10 mph, lo que da a las personas y a los coches tiempo para reaccionar con seguridad. Los badenes rara vez se utilizan en las vías públicas porque exigen que los vehículos se detengan casi por completo para pasar por encima de ellos, y pueden dañar a los coches que circulan a velocidades normales.

Los badenes pueden tener de dos a cuatro pulgadas de altura, pero tienen una distancia de recorrido mucho más corta que los badenes. Estos obstáculos se encuentran bajo el neumático de un vehículo durante menos de la mitad de una rotación completa de la rueda, y su anchura estándar oscila entre seis pulgadas y dos pies. La relación entre la altura y la distancia de recorrido crea un rebote brusco en un vehículo, que puede sacudir tanto a los ocupantes como a la carga. Dado que un badén es siempre mucho más pequeño que los vehículos que pasan por encima, cada eje lo cruzará por separado, lo que significa que un coche que se mueve a una velocidad excesiva recibirá dos sacudidas sustanciales.

Los badenes, al igual que sus hermanos más sedentarios, pueden colocarse a intervalos para mantener la reducción de velocidad. Suelen estar espaciados con criterio, ya que son más incómodos de pasar a cualquier velocidad y se utilizan en zonas geográficas más pequeñas.

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